lunes, 10 de diciembre de 2007

Un encuentro que recordar para siempre!

Y traía una faldita, una faldita que todo el día me traía con ganas de meterme dentro de ella. Faldita con medias negras, ademas se acababa de alaciar el pelo y se veía más que genial. Estuvimos casi todo el día juntos en un evento social imporante para un amigo, y cada vez que la veía la quería tirar sobre de algo, y explorar debajo de su falda, pero no podía.

Luego de unas horas nos fuimos a mi casa para hacer un poco de tiempo mientras disfrutábamos de un poco de irish Cream. Habíamos platicado chido con ella durante el día, convivido bien a gusto y sólo faltaba algo para cerrar con broche de oro el día.

Seguíamos platicando, seguíamos disfrutando de nuestra presencia, nos comenzamos a besar de una manera tan linda y tierna, y hasta me dijo “que tierno has estado el día de hoy”, a lo que le contesté “por ahora…”

Y comencé a explorar por debajo de su falda, cosa que quería hacer desde que la vi, y empecé a pasar mis manos suavemente por sus muslos hasta llegar al arco del triunfo, al pasaporte al cielo, a su entre pierna y la comencé a acariciar y acariciar y acariciar y acariciar, y poco a poco sentía que su respiración cambiaba, se aceleraba y soltaba poco a poco gemiditos.

Nos seguimos besando, luego ella me comenzó a tocar sobre de la ropa. Al poco tiempo le comencé a quitar la ropa, toda la ropa...menos su falda. Su faldita se la dejé, y de pronto yo ya estaba desnudo.

Cuando me paré para ir por el condón, ella notó que en la cabeza de mi pene se me salía un chorrititito de semen. Y fue cuando me dijo "estás mojadito" e inmediatamente abrió su boca y se lanzó sobre de mi y la metió en su boquita y me la empezó a chupar y chupar de la manera mas deliciosa. De hecho sin querer me aleje tantito porque el condon se me había caído y me reclamó "porque te quitas", dándome a entender que me la quería seguir chupando, y lo seguía haciendo, mientras yo me sentía perdido en las nubes del placer.

Después la acosté sobre la cama, le abrí las piernas y se la comencé a meter. Todo empezó un poco tierno pero las cosas se empezaron a acelerar y ella comenzó a darme de nalgadas como nunca lo había hecho "cojeme, cójeme" me decía mientras me nalgueaba, y entonces yo le daba bien duro, muy duro, demasiado duro, quería atravesarla!

Luego, se la metía despacito, despacito y cuando menos se la esperaba de madrazo se la metía hasta adentro y nada más veía como ella retorcía el cuello, abría los ojos y me gritaba "que riiiiiico me estás cojieeeendo". Entonces más duro se la metía y mas duro la cojía mientras me seguía nalgueando. Yo ya estaba bastante sudado y muy muy exitado.

"Me dejas metértela de perrito?", le pregunté, y acto seguido sin pensarla se paró, se puso en cuatro, paró su bello trasero como diciendo, " estoy lista..., métemela". Me puse detrás de ella, le sobre su clitoris tantito y se la dejé ir. Estaba demasiado exitado ya y ahora yo era quien la nalgueaba y le decía que que rico trasero tenía.

Mientras me la estaba cojiendo y se la metía, ella se empezó a acelerar, y empezó a gemir más, entonces yo más duro se la metía, hasta que me di cuenta que se estaba viniendo y estaba gritando demasiado, a tal grado que puso su cara en la almohada y aún así escuchaba sus gritos, entonces más duro y mas duro se la metía, se escuchaba como mi cuerpo chocaba con su trasero y yo me vine de la manera más rica y deliciosa.

Fue una cojida laaaaaarga y delicioooooosa. Los dos acabamos cansados, y cuando me vio, me dijo "estás todo sudado", a lo que yo le contesté, "ah sí? pues mírate al espejo!" jaja

Jamás se me va a olvidar esa noche, y creo que a ti tampoco...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

y diceeee...

cada vez q me veeees! jaja, ya escribe jose!